Mi papá fue y es mi mejor amigo, fue mi primer superheroe, mi oso, mi angelito, mi primer ídolo, fue quien me dió su corazón sin importar que por nuestras venas fluyeran distintos tipos de sangre. Y hoy tengo que verte con esa triste expresión y yo acá sin saber como ayudarte, como decirte que doy mi vida para verte sonriendo de nuevo.
Me acuerdo cuando era pequeña que desobedecía a mamá y no hacía mis tareas del findesemana solo para estar pegada a vos y contartelo todo y aunque detestara con mi alma las carreras de coches de los domingos ir con vos de vez en cuando a ver alguna.
Me acuerdo que llegaba la hora de la merienda, miraba el reloj que marcaban las seis y al escuchar el portón corría hacia vos para saltarte encima y arrugar tu trajecito. Y cuando eso no pasaba mi corazoncito se asustaba temiendo que algún villano de caricatura te hiciera daño.
Lo más cómico, según la familia es que siempre de chiquita cuando apenas pronunciaba palabras es que te veía reflejado en osos, en ogros, en bestias peludas ajaja.
Recuerdo también que me enseñaste a andar en bicicleta sin rueditas a los cuatro años, que de golpes por dios. Mamá decía "No" y vos decías "Por esta vez sí" y siempre eran todas las veces.
Cuando pasé dos meses lejos tuyos, hace unos años cuando todo estaba así de feo como ahora, yo no entendía que sucedía y te notaba extraño y como lo descubrí para protegerme me separaste dos meses de vos. Pero aún así, ibas cada findesemana a verme y a llenarme de alegría cuando me traías mis caramelos favoritos, y la patita con esa azúcar que hacía ruido.
Cuando volví todo habia cambiado, tu expresion era feliz y poco a poco en casa todo habia cambiado. En esa época lejos tuyo aprendí a sacar mis cosas escribiendo, descubrí lo que quería para mi y la manera en como llegar a la gente. Y cuando te mostré mi cuaderno pensé que te habías puesto triste por mi culpa, pero me dijiste que era "tu chuchi".
Empecé a crecer y entendía más las cosas pero aun así eras mi confidente y tu nena chiquita. A veces confieso que las verguenzas que me hacias pasar con tus amigos era para matarte, pero con esa carita de santo no se podía.
Cuando llegó uno de mis cumpleaños, recuerdo que me puse muy mal porque aún faltaba alguien esos días conmigo y no podía evitar mirar las velas y llorar. Entonces me acuerdo que me miraste y me dijiste "Nada de lo que hagas y te haga feliz, puede molestarme o dañarme está bien?" ... y pensar que eso me sacó adelante tantas veces.
Cuando pasamos por lo del abuelo, fue increible. A nosotros nos afectó mas que a cualquiera y al momento nos fuimos. Ai el abuelo, cuando me contaba lo que eras de chiquito era tan cómico, eras el nene más lindo del planeta.
Ahora cuando vamos a lo del abuelo, solo somos nosotros porque vos y yo sabemos cuanto nos llena ese lugar espiritualmente y lo bien que nos hace.
Y hace poco te conté el más grande de mis secretos y me dijiste: "te hace feliz ese camino? entonces me parece perfecto, sos mi hija y nada lo cambia"... ahora me doy cuenta que no tengo nada que buscar o encontrar vos sos el mejor papá que pudo haberme tocado.
Vos cubriste todo vacío de mi, y aún lo haces y siempre vas a seguir haciendolo. Me gustaría ser pequeña para verte simplemente triste y no entender el porqué, simplemente abrazarte y decirte "todo va a estar bien pá".
Te amo porque sos mi amigo, porque sos mi ángel, mi luz, mi papá. Porque estoy orgullosa de llevar este apellido y destacarlo donde pueda porque siempre me dijiste "luchá por lo que querés siempre".
Y como sea esta vez juntos, como siempre sin nadie más vamos a salir adelante. Sé que podemos, porque nos esperan muchas más travesuras y alegrías juntos.
lunes, 20 de julio de 2009
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